CAPITULO 7
Al despertarme, se me ocurre una
idea, me pongo las zapatillas que anoche me quité y sin hacer ruido me voy a la
calle, cojo la bicicleta del patio, y voy a casa de Cintia.
Son las nueve y media.
Como de costumbre está despierta,
ella tan madrugadora como siempre.
Llamo al timbre y me abre la
puerta.
-¡Ey! ¿Qué tal?
-me dice con un café en la mano sonriendo.
-No tengo
tiempo, me tienes que hacer un favor -le digo apresurada.
-Dime, que
necesitamos.
-Necesitamos
tela, mucha tela, una plancha especial para camisetas, seis sudaderas, negras,
y el resto te lo imaginarás.
-Para la tarde
te las termino, ¿las letras son?
Después de decirle mi idea, salgo
de la casa, y me voy al gimnasio del padre de Lana, espero encontrarla allí, si
mal no recuerdo estaba en la calle...allí esta.
Entro, y es extraño, es miércoles y
está a rebosar de gente.
-Hola ¿Te puedo
ayudar? -me dice un chico muy amable.
-Si, estoy
buscando a Lana -le respondo mirando alrededor.
-Espera, voy a
llamarla.
Le sonrío, es para que piense que
soy amable, quizá si no le hubiera sonreído no iría a llamar a Lana, me hubiese
dejado a la suerte de dios.
Es miércoles, y los mayores – los
últimos tres cursos-solo tenemos clase de doce a dos, ya que son las optativas.
Por lo que es habitual ver a gente de mi colegio.
Me encuentro a Chad, ya sabéis el
novio actual de Cristhin.
-¡Hola Dre,
felicidades por lo de las audiciones! ¿Por cierto, sabes si le pasa algo a
Cristhin? Está un poco rara, y no sé si es por algo que le he hecho yo o porque
tiene el día tonto-me dice mientras va levantando y bajando la pesa.
-¡Gracias!
Bueno, ya sabes cómo es Cristhin, si esta rara es por su cuenta, no te
preocupes.
Me sonríe.
Chad y yo estamos unidos desde hace
tiempo, es una gran persona, muy simpático y majo. Su sentido del humor es muy
bueno, siempre hace tonterías para hacerte reír.
¡Qué majo!
Aparece Lana.
-Hola Dre ¿Me
buscabas?
-Si ¿Podemos
alquilar el gimnasio para el viernes? -le pregunto.
-Vaya, es una
petición algo extraña, pero no creo que haya problema, el Viernes suele estar
vacío ¿Pero qué pasa?
Le explico mi idea y ella va
tomando nota.
Al terminar la explicación, me
despido y voy a casa de Ash. Dejo la bicicleta en el patio y entro.
-¡Hola! -le
digo a Ash según entro a casa.
-¡Hola! ¿Dónde
has estado? -me pregunta mientras se ata las deportivas.
-He ido a dar
una vuelta, luego te cuento los planes. ¿Te vienes ya?
-¿No es un poco
pronto? Todavía son las once y cuarto, y no tenemos que entrar hasta las doce.
-Ya pero voy a
ver a Gregory -le respondo mientras cojo una manzana de la nevera y la meto en
la mochila.
Me afirma con la cabeza y nos
dirigimos al colegio, nosotros los de último curso tenemos clase de doce a dos
pero los pequeños no, y eso incluye a Gregory.
Falta poco para que den las once y
media y eso significa que están a punto de salir al recreo, tengo que hablar
con él.
Mientras vamos andando Ash se
queja.
-Podíamos haber
cogido la moto y ya estaríamos en el colegio.
-¡No nos viene
nada mal andar un poco, vaga!
Hemos llegado, y mientras
esperamos, vemos a Cristhin fumándose un cigarro a escondidas en la parte
trasera del colegio.
-¿Cristhin, que
habíamos hablado del tabaco? -le pregunto mientras me mira con cara de asco.
-Déjame en paz.
-¡Un respeto a
tu hermana! -le grita Ash, que no soporta a Cristhin.
-Es por Chad
¿Verdad? -le pregunto.
-¿Chad? Ni de
coña, es un soso, el no me deja fumar, tampoco beber y no me deja vestir como
quiera, dice que es demasiado atrevido para mi edad.
-Ya, y no te
has parado a pensar que quizá tenga razón, no sé, te lo dice Mike, Dre, hasta
yo te lo digo, y ahora te lo dice hasta tu novio -le dice Ash.
-Para empezar,
Mike es un idiota, Dre no tiene ninguna influencia en mí, y tú...eres rara, y
Chad, no tiene solución, por eso le voy a dejar.
-Cristhin, me
voy, tú haz lo que quieras, lo vas a hacer de todas formas -le digo mientras
nos vamos a buscar a Gregory.
La sirena del colegio está sonando
y los niños están saliendo al patio.
Con la mirada busco a Gregory.
Parece que Ash lo ha encontrado antes que yo.
Ahí está, sentado debajo del árbol,
con un libro de química.
-¡Ey Gregory!
¿Qué tal? -le dice Ash mientras le despeina el pelo.
-¡Pequeño! ¿Qué
tal? -le digo mientras me acerco.
-¡Dichosos los
ojos, llevaba veintiocho horas sin verte! Estoy bien, ¿Y tú? Mamá me dijo que
estabas por ahí, y Mike está en casa de Louis ¿Verdad? Ojala yo pudiera irme
también de casa aunque fuera solo por una noche, ayer la cena fue una
pesadilla, el alcalde no hacía más que alabar la comida de mamá y bueno, los
dos sabemos que la comida de mamá no es nada del otro mundo, luego Cristhin se
puso a hablar con el alcalde, para conseguir que le den el permiso para la
tienda, ya sabes de la que estoy hablando, esa que quiere abrir y ser su propia
jefa, y yo me tuve que ir a la cama porque no aguantaba más, fue horrible -me
dice mientras se seca las gotas de sudor de la frente.
-Yo estoy bien,
aunque por lo que parece tú no tanto, si, Mike está en casa de Louis y yo he
dormido en casa de Ash -le digo mientras me hago un recogido con una goma de
pelo.
-¿Por cierto,
mamá se iba hoy de viaje, te lo dijo? -me pregunta Gregory.
-¡Es verdad, se
me había olvidado!
-Te habrá
dejado una nota o eso espero, de todas formas yo esta noche voy a casa de Dan a
dormir, es su fiesta de cumpleaños.
-Vale, yo ya
veré lo que hago. ¿Ha dejado dinero? -le pregunto mirando que mi bolsillo está
casi vacío.
-Supongo que
habrá dejado, bueno yo me tengo que ir, se me ha acabado el recreo. ¡Adiós!
-¡Adiós! -nos
despedimos de él.
Son el doce menos cinco, y tenemos
que entrar a clase.
Mis optativas de hoy son
Informática y psicología.
Ash tiene Informática y matemáticas
aplicadas a las ciencias.
En informática no hacemos nada en
especial, ya que todos se quedan jugando en los juegos de Internet.
-¡Eloy deja de
enviarme invitaciones al “FIFA street 1” ! -le grito rechazando su invitación.
-¡Eh venga Dre,
juega conmigo a algo!
-Vale, pero no
a ese, mándame de otro juego -le digo mientras afirma con la cabeza.
-“Eloy56 te
ha invitado a que juegues contra él al nuevo y exclusivo FIFA Street 2” - leo- ¿Qué entiendes por
OTRO JUEGO? -le pregunto mientras se ríe.
Y así ha transcurrido toda la hora
de Informática, unos invitan a otros a juegos otros aceptan, otros se cabrean
porque han perdido y rompen el ratón, etc.
En clase de psicología, les tocaba
exponer un trabajo -sobre la gente que tiene problemas- a los que el otro día
no lo hicieron.
-Bueno, Sirones, exponga su trabajo -dice refiriéndose a
Siro.
-Bueno, pues mi
trabajo trata sobre la gente con autismo. Esa gente es extraordinaria, ya que
nacen independientes, nadie les enseña eso, sí que es verdad que están más pendientes
de ellos, pero es en parte una desgracia y por otra es como ser un Súper héroe.
¿No creéis que sería maravilloso ser un Súper héroe? Salvarías a la tierra, a
la gente con problemas como los autistas y...
-¡Basta, es
suficiente! -le corta la profesora- ¿No querrás una nota alta con esto que nos
has ofrecido verdad?
-La verdad es
que con un cuatro me conformo.
Nos reímos todos, Siro siempre tan
cordial.
Terminan las clases y nos dirigimos
hacia mi casa.
He llegado, no sabía que estaba tan
lejos, dios mío mis piernas, ya no sé si son piernas o muñones andantes.
Como normalmente vamos en moto, no
me había ni percatado de lo lejos que estaba.
Tengo las llaves, en el bolsillo de
adelante no, están en el de atrás.
Abro la puerta, y lo primero que me
encuentro es una nota sobre la mesa.
“Hijos, como ya sabíais me voy
de viaje de negocios, volveré el lunes, portaros bien, tenéis el dinero para la
comida en la cómoda de noche, no entréis en mi despacho para nada, a no ser que
sea una emergencia, si llaman y es para mí, no le deis el número del hotel. El
Jueves llega vuestra prima Perry, Cristhin que salga contigo, aunque sea un
poco mayor. Llamarme a este número, es el del hotel.
Pasarlo
bien, un beso, para cualquier cosa, llamarme.”
Perfecto, y me lo dice por una
nota, además necesito dinero, espera hay dinero en la cómoda, voy a ver. Anoto
el número que aparece en la hoja y lo guardo en los contactos del móvil.
Subo a su cuarto, y abro el cajón
de la cómoda.
-¡Mierda,
será....a puesto codificación, ahora que pongo: necesito dinero para mí porque
voy a dar una fiesta, pues como que no, espera pongo que es para comida, a ver,
pues para nuggets, los nuggets son aproximadamente tres dólares,
no puedo sacar más!
Creo recordar que en el despacho de
mamá está la caja fuerte, hace tiempo que escondí un sobre para emergencias con
dinero que le cogí prestado a mamá.
¡No lo robé, solo que un día ella
me cogió trescientos dólares de mi cómoda para pagar una multa dichosa, y
bueno, es una forma de devolverlos, eso sí con ganancias!
Voy al despacho, veo que la caja
fuerte está cerrada, la contraseña era, uno tres dos tres tres dos. ¡Crack! ¡Se
ha abierto, soy una maestra!
Mi sobre está escondido dentro,
como el fondo es negro, pegué mi sobre en el fondo, y luego le pegué un trozo
de papel negro, y ya está.
Sin complicaciones, pura lógica.
Quinientos setenta dólares.
Vale, me pasé con el dinero, pero
el disgusto que me dio saber que me había cogido trescientos dólares vale más
que los doscientos setenta que le cogí de más.
El ordenador está encendido, por
echarle un vistazo no creo que pase nada. Además me gustaría ver mi facebook.
Documentos, documentos y más
documentos, espera, ¿Qué es esto?
“Para Dona, mi hija, de tu padre”
¿¡Qué de mi padre!? No sé nada de
él que será este documento, voy a abrirlo.
Mierda, dice que error, que este
documento no puede ser leído por este programa, ya sé, me lo llevo en un USB a
casa de Ash y allí lo podré leer.
Saco un USB del cajón de la mesa,
copiar, pegar.
¡Ya está!
Me voy a casa de Ash, cierro la
puerta de casa, cojo la bici y me voy en dirección a la casa de Ash.
Ya son las tres y Gregory come en
el comedor, Mike como cada miércoles se va al McDonald a comer con Louis
y Zac
Antes de ir a casa de Ash una
última cosa, me voy al chino, a por la comida.
El chino está una calle más abajo
que mi casa, por lo que no me va a costar mucho llegar.
Al llegar me encuentro con Zhao,
sus padres son los dueños del restaurante, es majo el chico, bueno chico no, es
un chaval de veintiséis años.
-¡Ey Zhao!
-Hola Dle, ¿te
pongo lo de siemple? -me dice con su acento achinado.
-No, esta vez
no, es para tres -Ash, Josh y yo pienso por dentro- ponme tres rollitos de
primavera, fideos y sushi, unos seis trozos.
Zhao me trae la comida en unas
bolsas de cartón con la dirección del restaurante y el número de teléfono de
allí escrito en rojo.
Pago con el dinero del sobre, salgo
y me voy con la bici a casa de Ash.